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Un siestario en Buenos Aires

Fuente: Calm

Con jornadas laborales largas y tantas actividades diarias, no es fácil mantener el nivel de energía de la mañana a la noche. Guy Meadows, especialista en fisiología del sueño y cofundador de The Sleep School comenta que “el principal beneficio de las siestas breves, es que contrarrestan los efectos fisiológicos que ocurren en el cuerpo desde que nos despertamos”. Las siestas ayudan a mejorar aspectos como el tiempo de reacción y la memoria, algo que vamos perdiendo a medida que transcurre el día.


Calm, la marca de colchones, inauguró recientemente en su segundo local en la Avenida Córdoba y Santos Dumont, una innovación única en el mercado: un siestario. Este espacio ofrece una habitación especialmente diseñada para que los visitantes puedan reservar un horario y dormir una siesta de 45 minutos y probar los productos Calm. “En Calm creemos en lo sagrado de la siesta, y venimos a restituirla como costumbre saludable. A veces nos permite realmente conciliar el sueño y otras veces no, pero significa definitivamente un freno en la vida cotidiana”, comenta Matías Burstein, fundador y CEO de Calm. “Siempre decimos que queremos mejorar el bienestar de las personas, y la importancia de un buen dormir, pero principalmente de un buen despertar”, agrega.


La experiencia es totalmente individual, muy simple pero efectiva. Se lleva a cabo mediante reserva para mayores de 18 años a través de la página web del local. Funciona en el “horario de siesta”, entre las 12 y las 16 horas, de lunes a viernes y las reservas deben ser con un preaviso mínimo de 24 horas. Cada cama cuenta con cuatro tipos de almohadas para elegir junto con una funda adicional, además de 20 antifaces y pantuflas disponibles en el local. Por supuesto, hay disponibles pijamas, para que la experiencia y el descanso sea completo.


El tiempo de preparación es de 15 minutos para que los visitantes puedan acomodarse. Al concluir el período de descanso, hay 30 minutos adicionales para regresar gradualmente a la rutina. Una vez despierto, se ofrecen opciones de bebidas como café, mate o té, junto con bocados saludables.


¿Por qué 45 minutos?

Según la Asociación Argentina de Medicina del Sueño una siesta debe durar 30 minutos o menos.


En Calm se agregaron 15 minutos más para tener tiempo de prepararse tranquilamente antes de entrar a la cama.


“Desde Calm proponemos un escape de la rutina para volver renovados y con más energía. Porque hacer una pausa, nos permite reconectar”, concluye Burstein.*


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