Girard-Perregaux Tourbillon Aston Martin
Fuente: Girard-Perregaux
El primer reloj nacido entre Girard-Perregaux y Aston Martin con tres puentes volantes que reúne en un solo modelo la experiencia de Girard-Perregaux y rendimiento y del lujo de Aston Martin.
Ambas marcas, con una comprobada pasión por la artesanía más refinada, han trabajado juntas y compartido su conocimiento sobre el diseño, los materiales y la tecnología. Este último modelo rinde homenaje al emblemático reloj de bolsillo con tres puentes del siglo XIX de un modo decididamente contemporáneo, hasta en los más mínimos detalles, incluyendo la correa. La correa, de hecho, es una primicia mundial, pues se ha presentado en piel de becerro negra con la nueva aleación Rubber Alloy de Girard-Perregaux, un innovador inserto de caucho inyectado de oro blanco. El diseño de la correa pretende evocar algunos de los coches de carreras Aston Martin del pasado.
En línea con la tradición de Girard-Perregaux, este modelo constituye todo un deleite para estetas gracias a su habilidoso juego con las proporciones y formas.
La caja de 44 milímetros del Tourbillon – Aston Martin Edition con tres puentes volantes está fabricada en titanio de grado 5, una fuerte aleación hipoalergénica, elegida por Aston Martin por su ligereza. El titanio se presenta bañado con DLC negro, lo que aporta discreción al reloj. Es interesante constatar que el mineral de titanio fue descubierto en Gran Bretaña, el hogar de Aston Martin, por el clérigo inglés William Gregor en el año 1791, el mismo año de la fundación de Girard-Perregaux.
Se ha colocado una «caja» de cristal de zafiro en la parte frontal de la caja, así como en su parte trasera, que conduce la luz de tal manera que su interior queda iluminado, aumentando así la legibilidad. El movimiento se evade de la platina, quedando situado entre los mencionados paneles de cristal de zafiro y dando la impresión de flotar en el aire. Los tres puentes, la icónica firma de Girard-Perregaux, ocupan toda la esfera y están fabricados en titanio con un tratamiento de PVD negro y de ángulos pulidos. El reloj presenta, gracias a este diseño, un aspecto ligero que ofrece unas espectaculares vistas de los componentes del movimiento, normalmente ocultos. Es cierto que Girard-Perregaux tiene un gran historial como marca que ilumina lo invisible, pero en esta ocasión, se ha atrevido a más, creando un reloj cuyo movimiento parece levitar en el interior de la caja. El recorte del movimiento consigue la aparente desaparición de la platina, creando así la ilusión de que el movimiento levita en el interior de la caja. El término «puentes volantes», de hecho, proviene de esta característica en particular.
La jaula del tourbillon, por su parte, ubicada en la parte inferior de la esfera, tiene forma de lira, un rasgo que puede encontrarse en todos los tourbillones de la empresa y que se remonta al siglo XIX. Los segundos son indicados por una aguja azul unida a la jaula. La jaula del tourbillon, de apenas 10 mm de diámetro, está formada por 79 componentes que solo pesan 0,25 gramos en total, un peso tan bajo que contribuye a reducir el consumo energético.
El barrilete, ubicado a las 12 h, se ha fabricado calado, lo que permite vistas parciales del muelle principal. Un microrrotor de oro blanco, situado tras el barrilete, aporta energía al muelle principal y, a diferencia de la mayoría de relojes automáticos, ofrece vistas despejadas del movimiento. El nombre de la empresa automovilística está grabado en su flanco vertical, relleno de un tratamiento luminiscente blanco que aparece azul cuando no hay suficiente luz. Los índices y las agujas también han recibido el mismo tratamiento luminiscente blanco, por lo que también emiten un brillo azul en condiciones de luz tenue.
El Tourbillon - Aston Martin Edition con tres puentes volantes, una edición limitada de 18 ejemplares, ya está disponible en todo el mundo en los distribuidores autorizados de Girard-Perregaux.•
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