Universal Studios Hollywood: Mentiras verdaderas
Universal Studios Hollywood es uno de eso lugares que no pueden dejar de visitarse cuando uno anda cerca, un gran complejo temático con dos conceptos claramente diferenciados. Por un lado un parque de diversiones con fantásticos espectáculos y divertidos juegos relacionados con las numerosas películas del cine y por otro, un magnífico recorrido por los auténticos estudios y sets de grabación.
El parque, mucho más pequeño que el de Orlando, ofrece divertidas atracciones para grandes y chicos. Las mismas están distribuidas en dos niveles: el bajo y el alto, conectados por una serie de escaleras mecánicas. Mientras mis ojos iban de un lado a otro mirando los increíbles detalles del parque, niños y adultos corrían como flechas hacia la nueva atracción Despicable Me - Minion Mayhem. Entrar en esta zona es sumergirse en el mundo imaginario de la película favorita de los niños “Mi Villano Favorito”.
Debutamos con esta simpática atracción y consultamos la hora para dirigirnos al sector del parque donde salen los tours a los estudios. El recorrido dura aproximadamente una hora a bordo de una especie de tranvía, en nuestro caso guiado por un alocado venezolano que acompañado de televisores presentaba entretenidos clips y nos relataba el recorrido.
Aquí la magia del cine y la TV se pierde, y sus mejores secretos son descubiertos. El recorrido transcurre a través de grandes estudios señalizados con enormes números y carteles que indican que allí mismo se está filmado alguna serie televisiva. Sin darnos cuenta entramos en una zona que representa una plaza rodeada de antiguos edificios, y en ese momento el guía nos informó que allí varias películas fueron filmadas, entre ellas una de mis favoritas: “Back to the Future” (o “Volver al Futuro”). Me llenó de emoción saber que aquí Marty McFly viajó en el tiempo y protagonizó sus dos escapes en patineta. Entre los edificios todavía se conserva al fachada del reloj, aunque esta zona se desmantela o se modifica según la película que toque filmar y lamentablemente no ha quedado mucho más de este éxito de las taquillas. Para ello existe una exhibición dentro del parque en la que se exponen varios objetos de utilería originales de la película, como el “Mr. Fusion” del De Lorean de la segunda parte de la zaga, la portada del “Hill Valey Telegraph” con la noticia del rayo que detuvo el reloj de la plaza, varios bosquejos originales del film, etc… Pero el Santo Grial de los fanáticos es el De Lorean, y uno de los siete vehículos originales construidos para la película reposa dentro de una gran caja de acrílico, ahí, casi al alcance de la mano. En esta sala también se exhiben artículos de otros films que hicieron historia, como el muñeco original de E.T. y vestuario, libretos, objetos, figuras y accesorios utilizados en los grandes éxitos de Universal.
El tranvía dobló a la derecha y nos adentramos en una de las calles mas famosas de Nueva York. Aquí nuestro guía venezolano no tardó en rompernos la fantasía y nos explicó cómo agregando un par de taxis amarillos, un farolito, una toma hidrante y gente transitando nos hacen creer que los protagonistas realmente se encuentran en la Gran Manzana. ¨Les hacemos creer que estamos allá, pero estamos aquí” nos decía una y otra vez cada vez que pasábamos por un set, con esa tonada característica de los venezolanos que nos descotillaba de risa. Un mundo de cartón, de trucos visuales y de fantasías que se hacen realidad para construir los diferentes escenarios.
El recorrido continuó por un sector donde pudimos ver algunos legendarios vehículos utilizados en diferentes películas, tales como los de “Jurassic Park” y “Rápido y Furioso” entre otros, para luego adentrarnos en una especie de cueva tropical donde nos esperaba King Kong en una asombrosa aventura de 360º en 3D. Nos pusimos los anteojos y de inmediato nos encontramos en medio de una selva, atrapados en una espeluznante batalla entre un enorme Tiranosaurio Rex y King Kong.
A continuación, un terremoto de gran intensidad sacudió la ciudad de San Francisco sorprendiéndonos dentro de una estación de metro, para luego vivir una inundación en un pueblo mexicano, toparnos con Norman Bates en el legendario motel de “Psicosis” (el film de de 1960 de Alfred Hitchcock) y terminar en la zona costera de California escapando del feroz tiburón que Spielberg logró llevar a la pantalla en la década del ´80 atemorizando a unos cuantos.
Al dejar atrás la soleada playa artificial, un encantador lugar indica que allí viven las “Mujeres desesperadas”, y tras dar la vuelta, ante nosotros, el destartalado avión de “La guerra de los mundos” (la versión de 2005 protagonizada por Tom Cruise) dan crédito de estar en el set original, el mismo en el que se grabó la película.
Luego de casi una hora de viaje recorriendo escenarios de películas clásicas y rodajes en exteriores, entre otros, nos bajamos del tranvía deslumbrados tras conocer los auténticos secretos del cine y la televisión.
El día continuó en Krustyland, una representación de gran parte de Sprinfield donde los personajes de los Simpson son fotografiados en la puerta del famoso minimercado de Apu (el Kwik-E-Mart). Además de una kermés de juegos, aquí se encuentra la atracción más popular del parque: The Simpsons Ride, una montaña rusa virtual donde acompañarás a Marge, Homero, Bart y Lisa a escapar de la gigantesca Maggie, en una divertidísima y excitante aventura tridimensional.
Sin perder demasiado tiempo, ingerimos algunos alimentos típicos de estos parques como pizzas, hamburguesas y “chicken” en todas sus formas posibles, y fuimos hacia la parte baja del parque donde nos esperaban los juegos de Jurassic Park, Transformers y The Mummy, cada uno con un atractivo diferente.
Luego de varias horas de puro entretenimiento, emprendimos rumbo a la salida, donde nuevamente personajes como Bob Esponja, Marilyn Monroe, el Conde Drácula y Frankestein eran perseguidos por niños y adultos en busca de una fotografía. Finalmente dejamos el parque, pero con las mejillas doloridas de tanta diversión.•
FOTOS: Dan MacMedan / NBCUniversal / Andrés Canet